Tratamiento diario de 90 minutos que se integra fácilmente en la vida cotidiana
Oporto. Pedro ya ha puesto la mesa de desayuno antes de que se despertara su familia. Está deseando leer su periódico diario. Hace solo cinco años apenas tenía tiempo para leer. Pero desde que se convirtió en paciente de diálisis, utiliza el tiempo sabiamente durante su primer intercambio de 30 minutos que realiza en casa de manera independiente. A continuación, despertará a su hijo de 6 años, lo preparará para la escuela y lo llevará allí de camino al trabajo.
Tres veces al día Pedro Monteiro tiene que hacer su intercambio. "En total solo necesito 90 minutos al día para la diálisis", afirma el decidido ingeniero y empleado sindical. Se puede integrar en la rutina diaria y en la laboral. Y lo más importante: Pedro Monteiro puede seguir siendo una persona independiente. Un aspecto que valora mucho.
La incertidumbre
Pedro Monteiro todavía recuerda el día en que llegó a conocer el diagnóstico después de un análisis de sangre en febrero de 2011: ambos riñones son solo eficientes en un nivel limitado. Era absolutamente esencial un tratamiento de diálisis. La noticia le dejó sin palabras. Con una voz ligeramente ronca dice que ya sabía que este día llegaría. Pero intentó no pensar en eso todo el tiempo posible. Imaginar cómo iba a ser su vida le asustaba. ¿Podría seguir centrando su vida de manera incondicional en su hijo pequeño, salir con amigos, practicar deportes y viajar con su familia, sencillamente llevar una vida normal?
Independiente y libre
Actualmente, cinco años más tarde, Petro Monteiro conoce las respuestas a esas preguntas. Ya sea trabajo, deportes, familia u otras actividades de tiempo libre, su vida difiere solo marginalmente en comparación con la que tenía antes de la diálisis. Sigue acudiendo a la oficina todos los días y haciendo deporte en el gimnasio cercano. En el fin de semana, a sus 42 años suele correr por el idílico puerto de Douro. De esta forma se siente independiente y realmente consigue despejar la mente. Está agradecido de que todavía pueda practicar su afición favorita mientras disfruta de los primeros rayos solares de primavera en su piel.
Diálisis en casa
La diálisis en casa fue posible gracias a la decisión de Pedro Monteiro de elegir una diálisis peritoneal, que es una alternativa a la diálisis en un hospital. Con este tratamiento, se utilizan las propiedades del peritoneo para limpiar la sangre de toxinas y eliminar el agua del organismo. El peritoneo es una membrana natural del cuerpo y funciona como un filtro. Cuando una solución de diálisis permanece en la cavidad abdominal durante varias horas, recoge urea, creatinina y otros productos metabólicos que, de lo contrario, serían excretados por el riñón. Tres veces al día, Pedro Monteiro tiene que drenar el líquido antiguo de su cavidad abdominal con la ayuda de un catéter implantado y dejar que la nueva solución de diálisis realice su función.
Muchas cosas son posibles
Si alguien le pregunta a Pedro Monteiro cuáles son las desventajas de la diálisis peritoneal, no tiene que pensar demasiado la respuesta: cree que es una pena no poder jugar con su hijo en la piscina. Para él nadar está prohibido debido al catéter. Por lo demás, existen muchas ventajas, como ser más flexible y móvil en comparación con otros tratamientos. Así, a finales de 2013 consiguió hacer realidad su mayor sueño: voló a Río de Janeiro con su familia, donde pasó algunos días tranquilos y celebró el 40 cumpleaños de su mujer mientras disfrutaba de unas vistas de la montaña Pan de Azúcar. Y Pedro ya tiene planes nuevos. "Las próximas vacaciones importantes ya están planificadas", afirma con felicidad, pero no desvela dónde las pasará. Sin embargo, una cosa es segura: la diálisis peritoneal hará que sea posible.